Peluche llegó a los caniles en un estado lamentable, paso mucho tiempo aislado de todos, triste y solitario, enfermo de demodexia crónica, con su piel en carne viva. Se aferró a la soledad para sanar, lejos de lo que alguna vez fue su familia, si es que así se puede llamar ya que lo dejaron en la calle como si fuera su culpa padecer el problema en su piel, el cual es incurable pero si tratable sin quien tiene la suerte de tenerlo a su lado lo quiere de corazón. Pasó mucho tiempo, de a poco empezaba a mover su cola cuando llegábamos y esperaba ansioso que Naty le ponga su trapito al sol para recostarse, Doris se encargó día tras día de realizar al pie de la letra lo que los veterinarios le indicaron.Una mañana él solo se llegó para integrarse y conocer los rostros de aquellos ladridos que ya le eran familiares y así un pequeño grupo de la manada lo aceptó para hacerle compañía. Ese fue el modo, rodeado de sus nuevas amistades comenzaba a superar su tristeza. Muchas veces pienso que en su idioma cada cual contará sus historias para salir adelante. Los paseos de Ipad ayudaron a que las personas que se llegaban le den caricias y de a poco lograba sentir que a muchos su vida le importaba. Con toda la atención que necesitaba pensábamos que sus días terminarían en los caniles, lograr que alguien quiera adoptarlo era demasiado difícil. Día tras día le curábamos su panza y ya era una rutina para él, al punto que cuando nos acercábamos para colocarle su medicación se tiraba de pancita y aceptaba de buen humor sus curaciones. En los paseos que se realizan en los caniles tenemos a una mujer que siempre asiste y un día le pedimos si no quería solo hacerle compañía, ya que por su problema de piel ponerle un collar no era bueno. Sábado tras sábado María Teresa Marzo llegaba y su labor era acompañar a este perro, darle caricias y llenarlo de mimos. Pero lo que nadie sabía era que Peluche le robaría el corazón y ella se encargaría de convencer a una amiga para que lo adopte, lamentablemente por su problema al poco tiempo su amiga le avisaba que no podía tenerlo. María no podía traerlo a los caniles y defraudarlo. Por tal motivo... hoy en este comienzo de año tenemos el placer de dar una maravillosa noticia ¡¡¡Peluche fue adoptado!!! hoy vive junto a esta mujer de corazón noble la cual lo aceptó a pesar de todo. Gracias María Teresa en nombre de todos los integrantes de los caniles municipales. Gracias al Señor Intendente Esteban Avilés, ya que esto se pudo lograr por la creación de los Caniles Municipales en su gestión, gracias por la colaboración del Secretario de Salud Ruben Lopez y el apoyo incondicional del Señor Daniel Mowszet.